Tras años y años de renegar contra las fiestas promovidas por los comercios (entiéndase 30 de Abril, 14 de Febrero, navidad, etc.) Encontré uno –ya hace algún tiempo- que me encanta y que disfruto de su parte comercial y su parte tradicional: El Día de Ween.
Me explico. Aunque tiendo a defender las tradiciones de cada cultura (y no porque me sienta intelectual de izq. o hija del pueblo o x cosa) y obviamente las de mi país, porque creo que la modernidad de la sociedad no debe olvidarse de las raíces, admito que me redí… o me medio rendí. La verdad es que –tal y como se lo dije a Richy- Me gusta disfrazarme, me gusta dar dulces y comer yo dulces, me gusta decorar mi casa y disfrazar a mi sobrinitos, me gusta hacer bromas y reírme de la muerte, me gusta el pan de muerto me gusta divertirme como niña y festejar con mis amigos, ¡que corra la cerveza! Porque hace falta ser también un poco irresponsable, me gusta ir a ver los festejos en Mixqui, en Patzcuaro, en Metepec…
Es por eso que decidí mezclar la diversión anglosajona con las tradiciones mexicanas y llamo a esta época (del 30 de Oct. al 2 de Nov.) “Día de Ween” Día de Muertos + Halloween, nada original, pero si muy divertido. Todos los que me conocen saben que me encantan estas fechas, 4 días de fiesta, y aunque este año estoy más bien un poco ocupada al menos tendré listos mis dulces para los enanos que llegan a tocar la puerta… ¡Quien pudiera ser niño otra vez!...