Cuando viaje usted a Puebla

Estado de ánimo. Fuera de lugar, el estado, no yo.

Cuando viaje a puebla y sea pobre como yo ;) procure tomar su camión en la TAPO, o en la central del Norte, no intente tomar el camón en la salida del aeropuerto porque es una perdida de tiempo y dinero.

Si esta enfermo mejor no vaya, y si aun así quiere ir, pues ya que, aguántese y disfrute. Lleve todas sus medicinitas.

Cargue con chamarrota y si es friolento como yo, cargue con bufanda y guantes, hay personitas muy amables que ofrecen su bufanda los días que van a ver el “mirador”; pero seria inteligente llevar una bufanda propia.

Tenga a la mano los teléfonos y direcciones con pelos y señales de las personas a las que le gustaría visitar si tiene la oportunidad… si lleva mucho sin verlas y las quiere mucho lleve pañuelos.

Compre rollo para su cámara si es que aun es de las que utiliza rollo, no ande olvidando el tripie por cualquier lugar.

Disfrute cada comida, porque aunque no es típica esta muuuy rica, pruebe los tés de “la tetera”.

Aunque este enfermo no sea chipil. Disfrute porque hay mucho por ver, mucho por conocer y mucho que aprender.

Visite el museo de la casa de los hermanos Serdán, visite las iglesias, investigue del “Señor de la misericordia”, visite el Parían y la calle de los dulces, los típicos, no los otros.

No asuste a las princesas, las princesas merecen todo su respeto y cariño. Tip. La princesa favorita de la Princesa es la Cenicienta.

Póngale crédito a su celular, aunque no lo ande buscando un mundo de gente, no sabe cuando lo necesitará.

Si ofreció su casa a las personas que conoció y que tan bien le cayeron recuérdeles la invitación a su ciudad, porque usted y yo sabemos que de verdad les gustaría tenerles por acá.

Haga un huequito el ultimo día para las “semitas o cemitas”…no importa si no sabe usted, como yo, como escribirlo, lo importante es probarlas.

Despídase con cariño, si se le da la gane salte, si es mas contenido pues un abrazo sincero es bueno. Gracias Pue.

P.D cuando regrese no deje sus dulces en la mesa... desaparecen