Me cuentas tu sueño

Estado de ánimo.- Tranquilo

Ayer se despidieron de mí con esta frase, tal vez no exactamente esta, pero esa era la idea, antes soñaba mucho, demasiado, rara era la noche en que no tenía un sueño, y me encantaba, me dormía fácilmente y soñaba mucho, todos los días.

Lo malo es que –aunque no me lo crean- amanecía muy cansada, jajaja, me dijeron que los sueños eran “demasiado reales y continuos” y se les hizo muy fácil darme pastillitas (todo controlado eh!) para dormir sin soñar…. Así estuve cerca de 2 años, en los que casi no soñé.

Los sueños son importantes, y no me refiero a lo que “soñamos despiertos” a los anhelos consientes -que también lo son- pero no hablo de eso en esta ocasión, si no de lo que viene a nuestra mente cuando estamos descuidados, de los mundos dentro de nuestra mente, a veces llenos de demasiado color, a veces mas bien tristes, a veces tan reales que asustan y empiezas a confundir si ese recuerdo fue real o algo que soñaste.

Extrañaba mucho esa sensación de un pequeño cuento nuevo cada noche… ayer tuve suerte (o tal vez ya iba condicionada por la frase), ayer me conté una historia que no me todavía no me sabía. Te cuento que recuerdo los colores. Azul casi gris, lila, blanco, mucha luz, recuerdo la sensación, tranquila y frió, pero un frió agradable; recuerdo el sabor… y dos frases: “La noche nos fue tan larga… no habrá mas ni sombra ni fotografía”. Es todo lo que recuerdo de mi sueño.