Ña

Pongamos una situación hipotetica, anda, juega conmigo.

Pongamos que hay un concierto de un grupo o cantante que mueres por ver, has pasado mucho tiempo esperando a que se digne dar un concierto en TU ciudad, no tienes dinero, mientras reunes lo necesario vas escuchando como se venden boletos y te vas quedando sin lugar. Por fin te apareces en la taquilla con lo suficiente para verlos, la persona de adelanta te dice: "Ya no hay boletos". Te acercas a la niña de la taquilla, con un nudito en la panza le preguntas: "¿Es cierto que ya se agotaron los boletos para el concierto?" y ella, toda sonriente y amable te dice: "No, no es cierto". Entonces una sonrisa grande aparece en tu cara, o sea no es gran cosa (en nivel de prioridades en tu vida, es SOLO un concierto) pero por un momento saber que aun puedes verlos te hace feliz... entonces ves que no ha terminado de hablar la niña de la taquilla, agrega: "No se agotaron, se CANCELO". De una bonita felicidad a una decepción; asi, en algo no muy importante pero que te causaba una alegria justo ese dia.

¿Entiendes el cambio de emociones? ¿Captas la poca importancia y a la vez el nivel de decepción? Alguna vez Skene (en una situación muuuucho mas importante) lo describio como: "Es como si te dijeran que tienes el boleto ganador de una rifa.... que ya no vale".

Con el saborcito de esa sensación ando yo. Je... a veces pasa.

En la foto, puros cliches, aprender que si se esta bien agarrado a la realidad, a veces es bonito jugar a sentir bonito.